LAS PRUEBAS DEL DELITO, SU TRATAMIENTO.
EL TRATAMIENTO DE LAS PRUEBAS.
La ciencia forense es la disciplina científica que se dedica al reconocimiento, identificación, individualización y evaluación de la evidencia física mediante el uso de las leyes y los principios de las ciencias naturales con el propósito de dar respuestas científicas forenses a las cuestiones forenses que sin los principios básicos de la ciencia forense quedarían sin resolver.
El término «forense» proviene de la palabra latina «forensis» que significa «el foro». Los científicos forenses también desempeñan un papel activo en procesos civiles y en cuestiones reglamentarias. Los principios de la ciencia forense tienen un impacto directo en los precesos judiciales para valorar la responsabilidad penal.
Leyes y Principios de la Ciencia Forense –
De la Individualidad.
Del cambio progresivo.
Principio de comparación
De análisis
De intercambio (principio de intercambio de Locard)
Ley de probabilidad
De los hechos circunstanciales.
Todos estas leyes y principios de la ciencia forense son esenciales en la investigación de la escena del crimen para vincular a un sospechoso/criminal con la escena del crimen, con los hechos acaecidos y con las posibles víctimas o personas afectadas e/o involucradas en mayor o menor medida.
LEYES Y PRINCIPIOS
1) Ley de la Individualidad
Esta ley establece que, “Todo objeto, ya sea natural o hecho por el hombre, tiene una cualidad o característica distintiva que no se duplica en ningún otro objeto”, en otras palabras, no hay dos cosas iguales en este universo. El ejemplo más común son las huellas dactilares humanas; son únicas, permanentes y prueban la individualidad de una persona. Incluso las personas gemelas no tienen las mismas huellas dactilares.
Considere granos de arena, sal, semillas u objetos hechos por el hombre, como billetes, ordenadores portátiles, máquinas de escribir, etc. Pueden parecer similares, pero siempre hay una o varias características únicas presentes entre ellos.
Ley considerada como elemental en el fundamento de la Ciencia Forense. Huellas dactilares, pisadas, marcas de herramientas obtenidas en la escena del crimen se estudian y analizan según el principio de individualidad.
2) Ley del Cambio Progresivo
Esta ley principal enfatiza que “Todo cambia con el paso del tiempo y nada permanece constante». “La frecuencia de cambio varía de una muestra a otra y en diferentes objetos».
La escena del crimen debe estar asegurada a tiempo, de lo contrario, un cambio en el clima (lluvia, calor, viento), presencia de animales, humanos, etc. afectará a la escena del crimen. Por ejemplo, un accidente de tráfico en una carretera muy transitada puede perder toda la evidencia esencial si no se asegura adecuadamente a tiempo.
Los fragmentos de una bala pueden oxidarse, los cañones de las armas de fuego pueden soltarse, los zapatos sufrir marcas de desgaste, los objetos de madera pueden sufrir por la presencia de parásitos, una mala conservación o deterioro, etc. Cuanto mayor sea la demora, mayores serán los cambios.
Cuando las muestras son poco duraderas, ocurren varias complicaciones en una investigación ya que el proceso de identificación se ve afectado debido a las variaciones en las características principales de identificación. Sin un conservante adecuado, las muestras de tejido comienzan a degradarse inmediatamente y necesitan un análisis eficaz y rápido.
Los delincuentes además de los cambios progresivos con el tiempo, se pueden hacer cambios de imagen para así salvar su posible reconocimiento, color de pelo, operaciones faciales, cambios físicos, corpulencia, obesidad, delgadez etc. Si no es aprehendido a tiempo se puede volver irreconocible salvo sus huellas dactilares u otras características de carácter permanente como el ADN.
3) Principio de intercambio de Locard (Ley de intercambio)
El intercambio de Locard o ley del intercambio fue declarado por el científico francés -Edmond Locard (pionero en criminología y ciencia forense). La ley del intercambio establece que, «Tan pronto como dos cosas se conectan entre sí, intercambian mutuamente las huellas entre ellas».
Cada vez que el criminal con su arma, o elemento tuvo contacto con la víctima o con las cosas que lo rodeaban, dejó evidencias en la escena del crimen y también recogió restos del área o de la persona con la que estuvo en contacto (intercambio mutuo de materia). Estos vestigios son muy útiles para fines de investigación, ya que estas evidencias son identificados por el experto y vinculados a su fuente original que dieron como resultado el vínculo decisivo del criminal con la escena del crimen y la víctima. Esta ley constituye la base de la investigación científica del delito.
Este principio se valida en todos los casos en los que hay un contacto, como huellas dactilares, marcas de neumáticos, residuos de casquillos, balas, huellas de pies, pisadas, muestra de cabello, piel, músculos, fluidos corporales, sangre, prendas de vestir, etc. El análisis de ADN es una aplicación directa de este principio, cuando se analicen estos elementos y puedan ser comparados con algún sospechoso.
El requisito básico de esta ley es la ubicación correcta de la evidencia física –
i) ¿Cuáles son las áreas y las cosas con las que el malhechor o las herramientas que realmente entraron en contacto durante el crimen?
ii) El oficial investigador debe establecer los puntos de contacto correctos, conducir la investigación en la dirección correcta.
4) Principio de comparación: para la investigación de laboratorio.
Esta ley es muy importante. La ley establece que “Solo se pueden comparar los similares”. Destaca el requisito de proporcionar muestras y especímenes similares para su evaluación con los artículos cuestionados”.
Por ejemplo, si el asesinato se comete con un arma de fuego, es inútil enviar un cuchillo para comparar el arma utilizado.
Por lo tanto, la condición importante de este principio es proporcionar especímenes y muestras de naturaleza similar para una evaluación adecuada con la muestra cuestionada descubierta en la escena del crimen.
5) Principio de Análisis.
Este principio establece que, “La calidad de cualquier análisis sería mejor mediante la recolección de la muestra correcta y su conservación correcta en la forma prescrita”. Esto conduce a un mejor resultado y evita la manipulación, contaminación y destrucción de una muestra.
Si recoge un disco duro en una bolsa de papel este puede dañarse cuando está dentro del rango de un campo electromagnético fuerte, dando como resultado su inutilidad. Por lo tanto, siempre se deben utilizar técnicas de recogida, embalaje y transporte adecuadas, seguras y efectivas.
6) Ley de Probabilidad
Esta ley establece que, “Todas las identificaciones (definidas o indefinidas), hechas consciente o inconscientemente están sobre la base de la probabilidad”.
El grupo sanguíneo del malhechor es a su vez del mismo que el de otras muchas personas. Pero no es una prueba irrefutable de su involucración en los hechos, debido a que no es una muestra definitoria única e identificativa de una persona en concreto, pero puede ser la muestra indiciaria para probar su presencia en el lugar de los hechos.
Una mujer con un oso tatuado en su mano derecha y una vieja marca de herida en la cabeza es buscada como desaparecida, una mujer sin identificación es encontrada con signos de violencia con esas características del oso y la marca, entonces, la probabilidad para los policías que el cadáver desconocido sea de esa mujer desaparecida es alta. La probabilidad de que el cadáver sea de otra mujer será de 1 en millones.
7) Ley de los hechos circunstanciales
De acuerdo con esta ley, “Los hechos no pueden estar equivocados, no pueden estar del todo ausentes, pero los hombres pueden y hacen”. Esta ley enfatiza la importancia de los hechos circunstanciales y respalda que una declaración dada por un ser humano puede o no ser precisa. En una investigación los hechos identificados y descubiertos son más exactos y fiables que cualquier testigo presencial.
Conclusión
La ciencia forense por estos principios se utiliza para el reconocimiento, identificación; individualización de las pruebas recogidas en la escena del crimen y orienta el proceso penal desde el descubrimiento de un delito hasta la condena del imputado, auxiliando el proceso de investigación.